Cada año, alrededor de 30000 pájaros migran al santuario de Vedanthangal. Los avistadores de aves visitan este santuario para ver las cigüeñas de pico abierto, garzas, cormoranes, patos aguja, flamencos, pelícanos, gallinas del páramo, martines pescadores, espátulas, ibis blancos y diferentes variedades de garzas. El mejor lugar para disfrutar de esta actividad es la torre de observación, que promete vistas espectaculares. Hay una variedad de aves migratorias que se pueden observar aquí, y algunas de las especies más fascinantes incluyen la cerceta carretona, el pato cuchara, el pato rabilargo, el zanco, el playero, y otras. Se han identificado y catalogado cerca de 115 especies. La selva también es el hogar de varios mamíferos como el chacal, el gato montés, el jabalí y la liebre de nuca negra. El bosque en sí está cubierto de una vegetación frondosa, repleto de árboles de Barrigtonia, que los pájaros usan extensamente para hacer sus nidos.

Los lugareños han sido los guardianes no oficiales de Vedanthangal durante 250 años, porque fue en ese tiempo que descubrieron que el agua mezclada con los excrementos de las aves funcionaba como un fertilizante especialmente efectivo para sus campos.

El santuario es testigo de una precipitación de 1200 mm, y el mejor momento para visitarlo es entre noviembre y febrero. Dado que la temporada de anidación comienza a fines de octubre, las aves terminan de reproducirse y se dispersan a las zonas de alimentación en febrero.