Esta basílica católica romana de 100 años de antigüedad, situada en una colina de Bandra, se asoma al mar Arábigo. Atrae a devotos de todas las religiones que vienen a orar y a buscar las bendiciones de la Madre María. La iglesia ha sido construida en estilo neogótico. Hay siete escalones de mármol blanco que conducen la vista del visitante a la estatua de la Madre María sosteniendo a su hijo Jesucristo en su mano derecha. La estatua de madera está coronada con un velo blanco y dorado que se extiende hasta el último escalón de mármol. Los murales representan escenas de la vida de María. Aunque el edificio actual de la iglesia es relativamente moderno, la historia detrás de la estatua de Nuestra Señora se remonta al siglo XVI, cuando los sacerdotes jesuitas de Portugal la llevaron al lugar actual y construyeron una capilla. En septiembre se realiza aquí un festival de una semana de duración para celebrar el cumpleaños de la Madre María. Conocida como la feria de Bandra, miles de devotos vienen durante esos días para participar en las actividades festivas que se llevan a cabo en y alrededor de la iglesia bellamente decorada. También se instalan muchos puestos de venta de objetos religiosos, curiosidades, velas y productos horneados.