Ladakh es quizás uno de los lugares más inspiradores y sorprendentes de la India, debido a su belleza que lo deja a uno sin aliento. Climas extremos, aguas azules, paisajes escarpados y bellísimas vistas atraen a turistas de todo el mundo a esta región. Aunque el clima puede ser duro en la mayor del año, la calidez de su gente lo compensa. Ladakh es la provincia más grande Jammu y Kashmir. Esta delimitada por la cadena montañosa de Karakoram al norte y los Himalayas al sur. Con el grandioso Río Indus fluyendo a través de Ladakh, la provincia queda dividida entre Leh, su ciudad capital, Kargil, Nubra, Zanskar, la baja Ladakh y Rupshu. Hay montones de estupas y monasterios que dotan el paisaje de paradas pacíficas. Con sus intrincados grabados, su mezcolanza de colores, su atmósfera serena y sus delicadas reliquias, estos centros budistas te dejarán asombrado. Además, los lagos de Ladakh, encaramados a grandiosas alturas, son visitas obligadas. Siéntate en la ribera y disfruta del nublado y ventoso clima mientras observas las magníficas montañas en frente tuyo. El escenario en sí es un amalgamiento de azul, blanco y marrón. La cultura y comida de la región son igual de fascinantes.

Visita Ladakh por sus majestuosos precipicios, su fantástico invierno adornado por la abundante nieve, sus vastos desiertos y la paz que proviene de ellos. Está lleno de actividades de aventura en las que puedes participar, como por ejemplo el montañismo, paseos en camello bactriano, expediciones en motocicleta, rafting sobre aguas blancas, camping en las praderas y mucho más. El viejo pueblo de Leh, el Monasterio Thiksey y el GompaYunkdung son otra de las fascinantes atracciones que puedes visitar mientras estás aquí. 

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